DRAMIONE.
En su sexto año en Hogwarts, Dumbledore le pide ayuda a Hermione. Nada complicado, ella solo tiene que cuidar a Draco Malfoy toda la noche.
Entonces, esa noche, Hermione descubre algo más además de la marca tenebrosa en el brazo izquierdo de Draco. Él también descubre algo; que no sabe por qué comienza a ser más importante una sangre sucia, que la misión que le dio Lord Voldemort.
***
Draco enarcó una ceja.
-¿Puedes hacerlo todo?
-Sí.
Una respuesta corta, llena de seguridad. Una sangre sucia no debía hablar así, y tampoco debía usar un vestido como el estaba usando. Un sangre pura debía evitar a los y las de su tipo, siempre, porque estaba mal. Porque además de todo era un mortífago, porque el señor tenebroso les lanzaría un avada kedavra a los dos si los viera así, juntos, porque...
-Parece que las escaleras ya no se moverán, ¿quieres bajar aquí?
-¿Contigo?
-Conmigo.
Draco no le sonrió, estaba todavía algo lejos de eso, pero llevó sus ojos por todo su cuerpo con lentitud. Hermione comparó esa mirada con las que Cormac le daba, y aunque eran en teoría, muy parecidas, eran completamente diferentes. Ron no entraba en esa contienda que estaba llevándose a cabo en su cerebro, pues él ni siquiera la había visto de arriba abajo, ni una sola maldita vez.
-Está bien.
Draco se giró un poco para dejarla pasar primero y ahora sí, cuando ella estuvo adelante y no lo pudo ver, sonrió. Aunque no fue una sonrisa sincera, sino una engreída, y aunque no se dio cuenta, también tenía tintes de algo más. Como de emoción, de esa que da ante lo desconocido.
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Ignoren la portada hecha por mí, le pediré a EditorialDramione me ayude con eso.
Se actualiza todos los lunes y los viernes.