Hace dos años, después de pelear con mi querida madre porque no le gustaba lo que quería estudiar, psicología, me mude. Mi mejor amiga, Fawn Green, futura doctora, se mudó conmigo. Por tres meses cada una pagaba la mitad de renta, pero no alcanzaba, así que colocamos un letrero en la universidad. Unas semanas después teníamos una nueva compañera: Spencer Morris. Una loca chica universitaria, adicta a la cerveza, deseando desesperada mente un novio y con la meta de ser creadora de video juegos. De ahí le siguió Renée Stewart, una estudiante de administración de empresas, chica ruda y agua fiestas, pero muy inteligente y responsable. Pasaron 8 meses y llego Venus Stephens, una chica realmente bonita y femenina, estudiante de gastronomía. En esos dos años todo iba realmente bien, todo era paz y tranquilidad... hasta que llegaron los malditos vecinos.