En las redes apareció un extraño personaje al cual apodaron El Bailarín de Medianoche. Apareció de la nada; una noche comenzó a bailar justo a la media noche. Sus movimientos, sus canciones y su voz eran hipnotizantes. No buscaba dinero, ni fama o popularidad. Si alguien intentaba hablarle o acercarse simplemente desaparecía. Wang Yibo fue el único capaz de acercarse a tal efímera figura comenzando una relación bastante extraña con el Bailarín de media noche.