Tenía ocho años cuando conocí a Dakota y su mamá pisó a mi hámster con su auto. No me agradó la familia Jones aquel día, pero cuando su única hija me sacó el dedo de en medio, la odié por completo. Y al paso de los años ella cambió y todo a nuestro alrededor lo hizo. Y hoy era el día. Esta era la edad y no podíamos desperdiciar nada. El tiempo era nuestro peor enemigo. Y hoy, todo cambiaría. Oh Dios...ella. Ella es tan... ¿Cómo decirlo? Tan... Dakota.