¿Me lo prometes?[En Proceso]

Todos, alguna vez, hemos sentido la felicidad, hemos sentido la vergüenza, hemos sentido el miedo... hemos sentido el terror.

El sentimiento de la vergüenza es el que te obliga el formularte preguntas de si lo estás haciendo bien, si estas en lo correcto. Y si la respuesta a esas preguntas es "no", la vergüenza te conduce al miedo, y el miedo, te conduce al terror.

El terror es como el miedo, pero más fuerte, el miedo dura unos segundos, mientras que el terror puede durar minutos, horas e incluso días, semanas, meses y años.

El terror es el que te obliga a formular preguntas como un "¿Me lo prometes?", con el fin de sentirte seguro, porque si alguien dice "lo prometo", no puede dar vuelta atrás para dar la respuesta contraria.

Lo único malo de ello, lo malo de pedir una promesa, es que existe la posibilidad de que ese alguien que tu creías que cumplía con todo aquello que prometía, que no era capaz de romper su promesa, el realidad sí lo es, es capaz de romperla dejándote con completa desilusión, con dolor, con decepción. Pero lo que es aún peor, es no saber identificar a aquellas personas que son capases de destruirte con promesas rotas, con falsas promesas en respuesta a tu "¿Me lo prometes?".