Katerina acá es sinónimo de muertes inocentes, partidas silenciosas, angustias eternas, familias vacías, calles llenas pidiendo justicia, un estado que presente no se hizo, un mundo que se deshizo y un niño enamoradizo que fue encontrado muerto en su propio cobertizo. Palmeiro en toda Latinoamérica es una perra, en casa nunca perdió el puesto de reina. Esta asesina tiene una debilidad. Su debilidad se llama Nathan y sus besos saben a algo interestelar, al mar, a triste falsedad. Sus besos son compartidos y a él nunca le importó lo vivido. Su corazón late sin razón por ese perdedor. El amor los va a consumir, a ellos y a todo un país. A ellos y a niños que no pidieron ser sus pequeños. A ellos y a todos los que un día los conocieron. A ellos y a cualquiera que dude de su amor. Que arda el mundo, al compás de su fuerte dolor. *Todos los derechos reservados.