Nadie entraría en la boca de lobo en la que yo entré por mi puñetera curiosidad. La pequeña Juliette de cinco años nunca imaginó todo el infierno que hoy vivo en carne propia, el drástico giro que dio todo con tan solo una revelación. Nunca recibí respuestas que no investigara por mi cuenta. Y todo fue un grave error que no pude corregir. Una verdad y un pasado, ¿que tienen en común?: dolor. Y no tengo idea de cuanto más podré seguir de pie. Hago todo esto para cumplir mi trato con el enemigo.