Una misteriosa luz proveniente de sudamérica pero de origen desconocido había petrificado a la humanidad ya hace más de 2000 años, y todo este tiempo un chico de cabellera blanca verdosa no ah parado de contar los segundos para salir de su letargo, aburrido de esto empezó a entretener su mente imaginando las cosas que ocurrirían mesclando distintos compuestos, así aprendiendo a pensar en paralelo una y otra ves agregando y concluyendo tema tras tema, recordando su niñes, los distintos libros que había leído, aprendió a ir en lo más recondito de su cerebro a buscar recuerdos, pudiendo ahora divisar detalles en ellos que antes eran imperceptibles, pero pronto el aburrimiento volvió y por más banal o ilógico que le pareciera, decidio probar con aquellas prácticas que carecían de cualquier medida o metodo de comprobación científica, de aquellas que parecen mitos y falacias que aunque ilógicas mejores que el aburrimiento, despejando su mente aún sin dejar de contar, amplia fue su sorpresa al probar el viaje astral, viéndose a si mismo petrificado por unos segundos antes de volver a su prisión, probando más veces logro hacerlo en contadas ocasiones, aventurando se cada ves más lejos de su cuerpo hinerte, dominando poco a poco asta hacerlo a voluntad, alguna ves escucho de poder viajar a otros lugares fuera de nuestro mundo, intentarlo no haría daño, y quiza buscar una solución desde ahí a su actual problema, y así lo hizo apreciando una última ves su propio rostro pocos segundos antes que alguna luz le envolviera, momentos después callendo en la arena de una peculiar costa, pero no dejo de contar, puesto que no sabía que tan real era, o si realmente dejo su prisión de piedra o su mundoAll Rights Reserved
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