Despistadamante, en noches iguales a esas. En dónde mi contemplación hace momentos de sana cordura, imagino que ella está aquí; en la cercanía de ésta escritura. Dedicándole palabras que nunca le diré. Ella es mi maldición y a la vez mi salvación, porque de manera casi mágica, casi hiriente le vuelvo a recitar mi mejor poema titulado PERO NO DE TI....