Estabas en mi memoria, en mis versos, en mis sonrisas y en mis lágrimas.
Estabas sin estar realmente, estando ausente.
Seguías siendo un Amor Clandestino, sólo que ahora tenías voz y voto.
Esta es una historia real y apuesto que te ha pasado o al menos conoces a alguien que sí.
En gran parte todo ha pasado como tal, a pesar de todo lo que soporte porque me encontraba cegada por amor, no me arrepiento de casi nada puesto que si eso no hubiese pasado no me encontraría en donde estoy ahora.