Demonios, seres que han habitado la tierra por millones de años. No me refiero a monstruos deformes. Me refiero a hombres de carne y hueso con una belleza extraordinaria. Hombres aparentemente perfectos por fuera, pero por dentro son bestias deseosas de bañar sus manos con la sangre de sus enemigos, sin importar los daños colaterales.Tuve la oportunidad de vivir, sentir y amar no a uno, sino a dos bestias capaces de hacer lo que sea por tener la sangre del otro manchando sus manos. Estoy entre la espada y la pared. Por muy dañino que sea. Me perdí en sus ojos grises sin darme cuenta, y cuando lo hice ya era demasiado tarde.