''De pronto todo comenzó a sentirse extraño e inservible. Sólo lloraba porque no entendía qué pasaba. Sabía que estaba tocando fondo, era el peor año que había vivido sin duda. Quería gritar, llorar, destruir todo, dormir y no volver a despertar. Pero eso no lo regresaría a mí. Él fue mi serendipia, y sí, fue efímera."
Jessica tiene dieciséis años y en sus pocos años de vida ya le han ocurrido muchos problemas. Muchos la denominan como ''chica perfecta''; sus padres tienen mucho dinero, vive sin problemas, es hermosa, es muy buena en sus estudios, y tiene una personalidad maravillosa. Tal vez eso atraiga la atención de muchas personas, y tal vez ella no se de cuenta de eso.
AVISO: Esta historia se encuentra registrada en Safe Creative, por lo que está prohibido cualquier copia de la misma sin permiso
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.