Carsten Dietrich viene de una familia poderosa. Construir un imperio no es fácil, eso es claro. Para él, lo ha sido. Los Dietrich son personas de porte. Poseedores de elegancia, belleza, inteligencia, dinero y de un carácter bastante mierda. Son personas imponentes, petulantes, codiciosas y llenas de arrogancia. Cuando Carsten decide tomar el mando de la sede principal de las empresas Dietrich en América, viaja a Estados Unidos a hacerle frente. Todo cambia en aquella reunión, cuando hace entrada por la puerta aquella mujer con la frente en alto, tacones negros finos, destilando elegancia en su cuerpo de embrujo, y esos ojos malditos. Las cosas empiezan a salirse de control para Carsten. Ella lo jodió desde el primer momento en que entró por esa puerta. ¿Para bien o para mal? Eso tendrás que averiguarlo. Bienvenido al infierno, donde el pecado está a la vuelta.
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