Era un Miércoles por la mañana. La pregunta se estancó en su garganta. ¿Debería alzar la mirada o seguir con su trabajo ignorando la huelga de su corazón? ¡Amber!" Escuchó al barista pronunciar. Era la confirmación que estaba esperando para que sus alertas se dispararan aún más. Tres segundos antes podría haber seguido con su negación. No hay manera de que seas tú. Habría pensado. Pero sí eras tú.All Rights Reserved
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