Todos piensan que ser un hombre que vende su cuerpo es excitante, pues dejadme decir que no es cierto, en cambio es bastante aburrido y rutinario, hay que saber fingir bien para ser un prostituto. Eso pensaba hasta el día en que lo conocí, todo cambió por su culpa, la de su maldita indecisión y la de su inocente esposa Créditos de los banners a la editorial Stellar y a mi respectiva editora. Y gracias a @MariaCams27 por la hermosa portada