Graciela Bialet Bueno, ¿Por dónde empiezo mi propia historia?... Aver... Sí, sí. Me tienen podrida. Tironeada de acá. Tironeada de allá. Al fin y al cabo yo era hija única Y ahora, que mis viejos hicieron la suya, Aparecen hermanos por todos lados! ¿Que hice para merecer esto? ¡Nada!... Estoy arta de ser el jamón del sánguche!