Mientras Melody trata de adaptarse a su nueva vida en otro país en busca de bellezas sin igual, encuentra algo más hermoso que cualquier otra cosa que haya visto o sentido, el amor.
Y también está Cristopher, un cajón vacío sin emociones. Que mira todo lo que es especial en la vida de melody sin importancia, lo que hace que no la quiera cerca, pues es tan diferente a él que hasta tal punto lo asustaba.
"Aprecia las pequeñas cosas que te da la vida, disfruta cada momento, cada pétalo caído de una rosa, cada lluvia, cada día, cada noche, disfruta del cielo, mira a las aves volar por lo alto y admira su belleza e incluso envidialas. No vivas preocupada por lo que será mañana, si no perderás la belleza del hoy".
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.