La segunda parte de "En algún lugar de Londres." El tiempo transcurre de una manera extraña, la manera en que pasan las cosas, lo que nosotros podemos controlar o no. Han pasado 4 años desde que conocí a Tom y debo admitir que desde ese momento hasta ahora mi amor por él no ha cambiado, aunque también debo decir que no ha sido fácil. Encontrarte a una persona y amarla con todo lo que él es a veces no es fácil. Tom es una persona amable, atenta, detallista y romántica, me hace reír tantas veces pueda y a veces sus ocurrencias y sus juegos son tan él, es distraído y siempre te muestra una sonrisa, aunque no se sienta bien y aunque algunas veces todo eso este bien, otras no tanto, es orgulloso, ensimismado cuando algo le molesta y no lo dice, pasa más de lo que debería y cuando se frustra se cierra, terco hasta la medula. Si, así es Tom, pero también he aprendido a vivir con cada una de esas partes de su forma de ser, al igual que el con las mías, hemos podido complementar todo lo que somos, lo que a le falta a mí me suma y viceversa, eso hace que la manera en que vivimos fluya armoniosamente, hasta ahora...
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