-Eres demaciado hermosa para ser un demonio - dijo Juls con los ojos bien abiertos, su expresión era digna de un retrato. -¿como es eso posible? Me pareció sorprendente el tono de su voz, era sorpresa, parecía incrédulo. Realmente los angeles normalmente son demaciado arrogantes, todos santos y con sus alas blancas siempre nos miran a mis hermanos y a mí con cara de asco, como si ellos no hubiesen sido peor que nosotros. -Hice cosas malas, niño.- lo obvsereve sacudir su cabeza incrédulo, parecía un pequeño niño confundido. -Yo también hize cosas malas siendo humano, pero me dieron a elegir entre dos caminos elegí a nuestro padre... -Tu padre. - lo interrumpí abruptamente. Me miró enojado - ¡Dios es padre de todos! - me rei por su grito tan agudo. -Okay,niño. - asentí con la cabeza - De todos, pero mío no. -No me digas niño, soy más grande que tú. - dijo curando sus brazos sobre su pecho me miró de arriba abajo con ojo crítico - ¿cómo te llamas, demonio?- susurro aparentemente apenado . -Me llamo, Mae. - le dije cruzando mis brazos yo también sobre mi pecho- y no me da vergüenza ser un demonio, joven Juls. - miró hacía otro lado evitando mi mirada. - Me daría más vergüenza ser un ángel y aparentar algo que no soy, yo asumí la responsabilidad de mis actos con tal de no ser un lambe botas - le dije tranquilamente. -No pensé que alguien pensará así sobre nosotros...- susurro. - Pero bueno es tu alma la que está condenada, no la mía, Demonio. Sonreí. Era tan extraño verlo así...tan bueno, tan inocente...como si no hubiera Sido el quien me mandó al infierno.Все права защищены
1 часть