Chloe vive obsesionada con el último recuerdo de Tristán. Aquella mirada perdida que dejó antes de que aquel accidente se lo llevara. Durante todo este tiempo ha tenido muy claro que no pudo salvarse, que el chico murió. Sin embargo, no contaba que tras mudarse a Madrid aquellos ojos volverían a encontrarla, cargados de oscuros secretos que Chloe será incapaz de ignorar. Una mirada que esta vez no dejará escapar.