"-Eres un imbécil- le dije molesta, él se encontraba a dos pasos de mí; sonrió de lado -Tal vez lo sea, pero sé que te gusto- habló aquel imbécil de ojos azules y brazo de metal -En tus sueños tal vez guste de ti- respondí con convicción para pasar por su lado, pero cuando estaba pasando me tomó del brazo deteniéndome; su agarre era fuerte aún cuando lo hacía con su mano humana -Sabes que te gusto, Vamos Alex, deja de fingir- volvió a hablar esta vez pero mucho más cerca de mi rostro, me puse nerviosa y sentí un calor en mis mejillas -Estas loco- escupí aquellas palabras rápidamente en su rostro pero dos segundos después hizo un movimiento provocando que quede de espaldas a él, mejor dicho atrapada entre la estantería y su cuerpo. Podía sentir su respiración en mi oído, su pecho subir y bajar contra mi espalda -Mira como te pones cuando estoy cerca, estas nerviosa, tu respiración se acelera... si no te gusto entonces has deseado o soñado que toco tu cuerpo- susurró directamente en mi oído, mi cuerpo reaccionó de inmediato ya que sentí una descarga electrica que acabó en mi entrepierna... odiaba sentirme así cerca de él -Suéltame- dije tratando de safarme pero fue imposible -Te encanta tenerme cerca- mencionó descaradamente y dejo un beso en el lóbulo de mi oreja, momentos después se alejó liberando mi cuerpo; jadeé esperando que no se diera cuenta lo que había provocado -Eres un imbécil- lo insulté una vez más en lo que él comenzó a reír. Me volteé levemente mientras suspiraba y trataba de tranquilizar mi respiración -Sabes donde encontrarme cada noche, muñeca, en caso de que quieras jugar un poco- habló una vez más con esa sonrisa en el rostro y me provocaba querer golpearlo -Hay muchas mujeres a las que le encantaría "jugar" contigo. Déjame en paz Barnes- dije enojada -No te enojes, muñeca- habló nuevamente" Todos los derechos reservados.