Cuba está viviendo momentos inéditos de estallidos sociales masivos. Ocurrió en 1933 con la huelga general contra la dictadura de Gerardo Machado, y en 1953 con las marchas estudiantiles desde la Universidad de La Habana contra la de Fulgencio Batista. Ambas ocasiones aportaron lecciones históricas, pues, si bien la primera logró poner en fuga al tirano por un movimiento cívico-militar, la segunda demostró que frente a una represión brutal sólo queda al pueblo el camino de la resistencia armada, fuerza contra fuerza.
El propio Fidel, en su discurso en la noche-madrugada del 1 de enero de 1959 en Santiago de Cuba, al condenar el golpe militar que permitió la fuga de Batista, sentenció: "...AQUELLA GENTE HABÍA LLEVADO A LOS MILITARES A UNA GUERRA CONTRA EL PUEBLO, QUE ES UNA GUERRA QUE SE PIERDE SIEMPRE, PORQUE CONTRA EL PUEBLO NO SE PUEDE GANAR UNA GUERRA".
¡Y eso ha sido demostrado a lo largo de la historia de la Humanidad! ¡Son millones de personas que cuando se deciden a actuar de forma compacta e indetenible pueden mover montañas.
A pesar de la manipulación informativa del régimen, los que están saliendo a las calles en todos los rincones de Cuba son multitudes compactas de ciudadanos, hombres y mujeres humildes que sufren desde hace décadas la incapacidad del Gobierno para asegurarles mínimas condiciones de vida, con el pretexto del "bloqueo americano"; son hornadas de gente joven, admirables muchachos y muchachas con enorme capacidad de creación y forjadores de porvenir, llenos de sueños que se ven frustrados por la falta de oportunidades impuesta por el régimen. ¡LA MARAVILLOSA JUVENTUD DE MI PATRIA, DE LA QUE TODOS LOS CUBANOS DEBEMOS ESTAR ORGULLOSOS, CAPACES DE TRIUNFAR Y ABRIR CAMINOS EN CUALQUIER LUGAR A DONDE EMIGREN, PERO NO EN SU PROPIO PAÍS, POR LA IRRACIONAL GESTIÓN DE UN SISTEMA TOTALITARIO YA FRACASADO EN TODO EL MUNDO! A esa juventud dedico estas páginas...