Louis se encuentra desubicado en Los Ángeles, incapaz de eliminar una picazón que le lleva molestando años.. Supone que en los primeros tiempos, el hogar no había sido un lugar. Era una persona. Lo había grabado permanentemente en su piel, por el amor de Dios. Siempre fueron él y Harry. Pegados el uno al otro, como pegamento, atraídos por una fuerza magnética, existiendo en su propia burbuja. Todo el mundo podía verlo, pero eso era la mitad del problema, ¿no? No es que Louis pueda señalar el momento exacto en el que él y Harry dejaron de estar sincronizados. En realidad no hubo ninguno. Había sido un deslizamiento gradual, como la marea desgastando un acantilado de piedra arenisca. Desgastando los sólidos cimientos hasta que no quedó nada que impidiera que la estructura cayera a las olas de abajo. No es que se pase todo el tiempo sentado lamentándose por una amistad perdida, se le dan bien las distracciones. Pero LA sólo parece acentuar la distancia entre ellos. Dos planetas separados, ni siquiera en el mismo sistema solar. O en el que Harry y Louis por fin se entienden. Obra original de: suicxne