Valentina desde pequeña había soñado con casarse, vivir en una gran casa y tener hijos. No estaba muy lejos de cumplirlo, pues solo faltaban 3 meses para su boda con Luciano. Y aunque aun habían muchas cosas de las que debía encargarse, estaba segura de que todo saldría tal como lo había planeado. Pero no siempre el destino es como lo soñamos, a veces nos sorprende con cosas o personas que aparecen de maneras muy inesperadas y se encargan de revolucionar todo; o eso creía Valentina luego de conocer a Juliana, la famosa diseñadora.