Isaac era un chico un poco raro. Era callado en clase, solitario y transmitía una vibra muy oscura y espeluznante. Isaac guardaba un secreto, tenía un don, o una maldición, depende de cómo lo veas. Podía ver a las personas que iban a morir ¿Loco no? No sabía con claridad cuando había desarrollado ese "don". Sólo recordaba como en su infancia la presencia de entes, personas o como lo quieras llamar, se aparecían frente a él. Mateo por otro lado también era raro. Pero no porque tuviera algún secreto de una magnitud tan grande, más bien era por ser él ¿Nerd? De la clase, si así se le podía llamar el ser aplicado con sus estudios. Mateo admitía no ser el más sociable del mundo ni el más extrovertido, más bien era muy tímido y vergonzoso. Así que también se podía considerar solitario, pues nadie en clase le hablaba aparte de pedirle los trabajos y exámenes. Por eso mismo estos dos chicos a pesar de no empezar con el pie derecho. Una noche gracias a un pequeño suceso, sus vidas pueden llegar a cambiar. Experimentaran el primer amor y muchos otros problemas gracias a ese bendito "don".