En el cementerio de Alleen nunca hay flores. Lo que sí hay, sin embargo, es una noche eterna, un secreto del que nunca se habla y tumbas que nadie recuerda. En el cementerio de Alleen hay un niño. Se llama Aron y puede ver lo que otros ignoran. En el cementerio de Alleen hay un monstruo. Entre el silencio y la oscuridad, teje su pequeño reino de olvido.