- ¿Sabes mi nombre?.- - Entonces, ¿por qué no estás de rodillas rogando que te mate?.- - Oh, querida, créeme que lo único que querrás es estar muerta.- . . . - No me vuelvan tocar.- - Los amarraré, les sacaré sus asquerosos pelos que tienen en las piernas con pinzas, uno por uno, sin ningún tipo de piedad y luego iré subiendo, lo único que les puedo decir, que al final yo disfrutaré , y ¿ustedes? No tanto. - No me miren así, estoy totalmente cuerda, creo.- . . . - Hola, soy Hadassa Atenas, mucho gusto.-