- ʟᴀ ᴊɪɴᴄʜᴜʀɪᴋɪ ᴅᴇʟ ᴄᴇʀᴇᴢᴏ

- ¡Hokage-sama, debemos sellar al bijū de inmediato! -exclamó un jōnin, con el rostro cubierto de sudor y tierra, la mirada fija en la gigantesca bestia que arrasaba con todo a su paso.

El Nueve Colas rugía con furia, desatando su chakra como un torrente indomable que hacía temblar la tierra. Los árboles eran arrancados de raíz y los edificios crujían como papel ante su poder.

-¡Rápido, el sello en Sakura Haruno! ¡No hay tiempo! -ordenó el Hokage con voz firme, mientras sus manos formaban los últimos sellos. Una luz brillante emergió de su cuerpo, iluminando la noche teñida de rojo por el chakra demoníaco.

En un destello cegador, el poder del Kyūbi fue contenido. Su rugido se desvaneció en el aire, reemplazado por un silencio tenso que pesaba como plomo.

-¡Corran! ¡Ocúltensen en los refugios! -gritó otro jōnin, guiando a los aldeanos aterrados que huían entre el humo y los escombros.

Los shinobi se miraban entre sí, exhaustos, cubiertos de heridas, sin saber si celebrar... o prepararse para lo peor.

...

¿Lograron sellar al Kyūbi por completo? 💮