Arthur siempre fue un niño alegre, al cual le encantaba jugar con sus amigos del barrio; para su mala fortuna, el y sus padres tuvieron que mudarse de ciudad, lo cual implicaba tener que despedirse de sus amigos.
Al llegar a su nuevo hogar, Arthur decidió buscar niños con los cuales jugar, sin embargo, descubrió que no había niños en su nuevo barrio; pensó que su verano estaba arruinado, hasta que vio que al otro lado de la calle había un niño de su edad con el pelo negro y largo...