Clyde vuelve a Londres por obligación de su padre, él no quiere volver, el miedo de volver a ver a gente de su pasado, el miedo de volver a ver a su madre y su hermana melliza, y sobre todo el miedo de volver a verlo a él.
A ese chico que beso hace diez años, a ese chico del cual estaba enamorado cuando tenían nueve años, a ese chico que le hizo la vida imposible hasta tal punto que su padre se lo llevo a vivir a otro país.
Pero el destino es traicionero y quién pensaría que Dorian Walker sería su vecino y quién pensaría que Clyde seguiría enamorado de él, a pesar de lo que le hizo.
Dorian solo quería reírse un rato y aun sabiendo que Clyde estaba de vuelta, decidió ser amable, pero después de que sus amigos le propusieran como reto enamorar al chico nuevo, Dorian solo tenía un objetivo enamorar a Clyde Dawson para burlarse de el, pero quién pensaría que se acabaría enamorando de Clyde.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...