"Estoy aquí de nuevo, no puedo creerlo" se recriminaba Paulina mientras veía ese viejo rancho desde el auto. No tenía fuerzas para bajar y enfrentarlo. No de nuevo. Pero tampoco quería seguir de largo. Pasaron tantas cosas cuando estuvieron casados y a pesar de eso el jamás se fue. "Cumplió su promesa" pensó golpeando el volante intentando ser lo suficientemente valiente para lograr bajar. Pero no podía... su corazón aún dolía...y las mentiras aún pesaban en su vida...