La vida de Leah Morgan no podía ser más perfecta. Tenía todo lo que deseaba, el mundo al alcance de sus manos. En su mundo todo estaba correctamente planeado: se casaría con Aarón, tendrían un bonito hogar, hijos y un perro, y serían felices así por siempre, así que, ¿qué podría ir mal?
Pero su idílico mundo utópico se fue en picada cuando se vio obligada a trabajar junto al Alex Melbourne. Soberbio y con una belleza irresistible. Hombre con dagas de acero en los ojos afiladas y peligrosas.
Ella sabe que no es sano ni correcto en ningún sentido de la palabra, porque quien incita esos placeres prohibidos no es nada más y más menos que el mejor amigo de su novio: Aarón Baker.
Alex tenía claro lo que sentía y aún más por Leah Morgan, mujer a la que tras unos problemas de su pasado no podía mirar, pero ella despertaba deseos impuros y un placer prohibido por ese pecado, demostrando que en cuestiones de amor no existen los amigos, aliados ni compromisos.
El esta comprometido y ella sueño con eso alguna vez, pero el deseo desencadenará en ellos un torbenillo irrefrenable.
«Los mejores momentos en la vida son los que no le puedes contar a nadie»
«Una parte de mi lo deseaba... Mierda, no podía tenerlo, no debía, no era correcto. Pero lo deseaba»
Una dura prueba ha afectado a una persona como yo, una persona socialmente inepta a quien todo en la vida le resulta molesto.
Gracias a mi apariencia promedio, había estado viviendo la vida sin esfuerzo, pero de repente, me encontré en el centro de atención no deseada. Y, como era de esperar, de alguna manera me he convertido en Baek Eun-Seong, un extra cuya única alegría es atormentar a los personajes principales antes de finalmente encontrar su ruina.
Al parecer, he sido secuestrado por el protagonista masculino, Cha Gil-Do...
"¿Puedo tomar una siesta ahora?"
"¿Estás loco? ¿Aún no entiendes la situación?"
"...Sí."
Puede que me cueste comprender las cosas, pero bueno, ¿qué es la vida? Solo soy un extra, así que supongo que callarme servirá. Solo quiero que me dejen descansar, pero ¿por qué me tienes encerrado en lugar de ocuparte de la heroína?