Cuando a Mikayla, la típica adolescente con autoestima baja, le llega la oportunidad de enamorarse por primera vez de un chico dos años menor que ella, no sabe como lidiar con eso. Dejando los cortes, vómitos y frases suicidas de lado, se dedica a contarle por todo lo que pasa cada día a un póster pegado en su habitación. Uno de sus ídolos, Harry Styles es testigo de llantos y lamentaciones gracias a su amor de invierno. Ella prefiere a Harry antes que lo demás, porque cree que es alguien misterioso, se identifica con él. Brad, es el chico que le roba el sueño todas las noches, que conoció una mañana y desde ese día no pudo sacarlo de su cabeza. Junto a él llegan los problemas, los cuales harán que ella se supere, y aprenda más sobre la vida que nunca tuvo y está por empezar.