Cuando dos almas colisionan se forman portales, por donde el odio y sus demonios cruzan, provocando una fractura y es así como las grietas emergen de sus cuerpos vivos que causan las yagas del sufrimiento por el resto de sus vidas, y la única cura esta en la unión perpetua de sus cuerpos envueltos en paranoias y delirios, siempre dispuestos a recitar sus sentimientos en agonía de la lucha incesante en contra de la inmensa distancia aveces mínima y aveces sideral casi infinita. Así es como viven en constante tormento separados el uno del otro, siempre esperando su rencuentro...