[Narra Ale]
Ahora estoy sentada sobre la arena, viendo el atardecer reflejado en el mar y lo único en lo en lo que pienso es que cada vez que lo besaba el tiempo se detenía. Ahora, simplemente, es como si todo lo que pasamos nunca hubiera sucedido. Siento que alguien está detras de mi, volteo sin decir nada y vuelvo a girar, pasa un rato y me resigno a preguntarle -"¿Qué haces aquí?"- y no resivo una respuesta de su parte, él solo se limita a sentarse junto a mí y decide hablar -"Sabía que estarías acá"-. Estaba tomando mis cosas para, después, pararme e irme pero Erick reaccionó rápido y me detuvo -"Ale"- dijo, pare en seco, no giré, no quería verlo, ihnaló y habló -"Yo no fuí el que se fué", reí ironicamente y por fin voltee a verlo y respondí -"Yo sé, pero tú fuiste quien lo jodió"- no dijo nada, se limitó a bajar la cabeza y yo volví a caminar hasta llegar a donde dejé mi bicicleta me subí en ella para volver a casa.
La mirada verde de Erick se clavaba sobre la suya y a decir verdad le causaba bastante nerviosismo, sus labios esos que tantas ganas de devorar le entraban.
--Hagamos una cosa. -- El chico de la chaqueta de cuero se levantó de su asiento hacia el mismo sofá que estaba la chica de pelo marrón con algunos tonos rubios.
--¿Qué propones? -- la sonrisa pícara de la chica a Erick le encantaba.
--Un juego. Es simple, sexo sin amor. -- La chica suspiró mirándole, mientras en su mente recreaba el roce de sus manos en su cuerpo. -- Podemos hacerlo cuantas veces queramos, y donde queramos, pero solo con una condición...
--El que se enamora pierde.