Hizo lo que cualquier adulto saludable haría en su lugar de haber tenido el mismo pesado día que él había tenido. Miró al agitado chico junto a él y suspiró, cerrando los ojos. A tientas buscó su mano sobre el colchón para tomarla y apretarla con una familiar calidez, antes de llevarla a sus labios para besarla con suavidad. El otro rió confundido en respuesta. - ¿Estás bien? - se acomodó de lado para observarlo - te ves extraño - - Creo que sí - murmuró. - ¿Crees? - comenzó a acariciar su pecho. El otro detuvo el tacto y se giró a mirarle a los ojos. - Creo... - tragó duro - creo que estoy enamorado - Su pareja se congeló por un segundo antes de asentir de acuerdo. - También yo - De la escritora de "Toxic", "The marriage".