Flores después de la tormenta

Emma vive en su mundo, se pasa el día en su cuarto leyendo y escuchando música. Digamos que le gusta estar sola pero no sentirse sola, aunque eso es otra historia. Nathan por el otro lado, acaba de mudarse al pueblo ya que su família quiere intentar dejar el pasado atrás. Ambos tienen un corazón de papel, es decir, que se rompe fácilmente, aunque supongo que todos lo tenemos. Sea como sea, ninguno de los dos está dispuesto a dejar que nadie se acerque al suyo, pero lo que no saben es que eso no siempre se puede controlar.