Si bien existen ciertos tipos de límites que bajo ningún motivo puedes traspasar, una vez que el corazón dicta lo contrario, es casi imposible hacerlo cambiar de opinión.
Francamente, nunca fui el tipo de chica que acostumbrara a meterse en problemas ni menos a sentirse compenetrada con la palabra "prohibido", pero desde que el hermano de mi novio arribó de un intercambio en Londres, el fingir se había transformado en mi más grande salvaguardia. Y es que cuando hablamos de Joseph Salvatici, hasta las cosas más consistentes parecen girar en 180 grados.
Para ser todavía más específica: Ninguna chica en su sano juicio se enamoraría loca e irrevocablemente de él, no obstante, siempre existe una remota posibilidad de transgresión a la regla... Y esa una de cada mil, resulté ser yo.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.