"-¡¿Por qué me lo ocultaste?!
El peliazul lloraba sin parar en su habitación mientras miraba a la mujer que más amó en toda su vida.
Ahora era solo una escoria, al igual que todos los demás. Una impostora.
-¡DÍMELO! QUE ASCO. -Megumi empezó a llorar fuertemente. La petiza no sabía qué hacer. - Es una mierda que me hayas ocultado todo esto, yo confié siempre en ti. Te di todo de mi. Te di absolutamente todo Vanessa. Nunca pensé que me traicionarias de esta forma. -La miró con el odio que jamás le dio a nadie. No podía detenerse. Quería escapar.
La chica intentó abrazarlo, pero este la empujó. El solo toque de aquella chica, imaginarlo, le daba náuseas. Antes, el solo toque de aquella mujer de cabellos negros lo llevaba al cielo, al paraíso.
-No me toques. No quiero volver a verte. Ni a ti, ni a Samantha, ni a mi padre. Váyanse al carajo, todos me vieron la cara de imbecil.-Tomó el cuadro que contenía una fotografía de Vanessa y él en su primera cita.- Jamás te perdonaré que me hayas ocultado que Samantha se acostaba con mi padre. Mi propia mejor amiga de la infancia me traiciona de esta forma. Es una zorra. -Rió. -Al igual que tú, las zorras dicen mentiras. Y mi padre, ella es una estúpida si piensa que él la amará. Él se acuesta con cualquier zorra que se le cruce. Samantha no es la excepción.
Dicho esto, con toda su ira y dolor estrelló el cuadro en el suelo para después pisar la fotografía.
Tomó sus maletas y salió de su habitación. No aguantaba ningún segundo más.
A veces el amor no es suficiente cuando hay mentiras de por medio. Eso estaba más que claro. Pero aquella chica, Vanessa Black, no tenía más opción a pesar de estar locamente enamorada de Fushiguro. Su primer amor. Su primera vez en todo. El amor de su vida.
Todo tenía su fin, quizás este era el peor o quizás no.
Megumi Fushiguro, había vivido su primer amor a través de mentiras."
Shin Sohye es la clase de persona que no quieres escuchar hablar ni en tus sueños. Es muy arrogante y psicópata, dice lo que piensa sin filtro sin importarle herir a los demás.
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Sohye trabaja como stripper en un club en las noches para sobrevivir. Mientras baila en ese tubo, las personas no la odian como siempre, la desean.
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En el juego, la historia no cambia, los jugadores se alejan de ella por sus comentarios groseros y juguetones. Excepto por un rarito drogadicto de cabello morado que será como un hermano y una chica trans que se ganará su amor desde el primer momento.
Y ahí conoce a 380, una chica que la hará soñar despierta y obsesionarse con ella, siguiendola por todas partes. Sin importarle que esta la insulte o llame "Loca rubia." Pero también habrá otra jugadora... 067, que la hará dudar de a quien debería elegir.