Canciones a medianoche

Algunas personas sienten una atracción instantánea al conocerse, otros tienen química, algunos comparten una conexión. Jake es un amargado y Maeve es una chica risueña, ambos piensan que es imposible, pero innegablemente comparten las tres, un efecto que va más allá de miradas coquetas y mejillas sonrosadas.

Jake y Maeve creían que eran felices con sus respectivas vidas, pero ambos sentían que algo faltaba en sus vidas.

Jake creía que lo tenía todo, una vida perfecta, pues se atrevió a perseguir sus sueños y logro triunfar en el mundo de la música... pero por algún motivo no era verdaderamente feliz.

Maeve por su parte tenía su vida perfectamente planeada, estudiaría en la universidad más cerca de casa, eventualmente se casaría con Dean, su novio de la secundaria y se mudarían juntos... simple, pero perfecto. Sin embargo, tras un desafortunado evento perdió al que sería el amor de su vida, y a Maeve no le quedó otro remedio que quedarse exactamente en el mismo lugar donde se despidieron por última vez...

Jake y Maeve tienen todo y nada en común. Ambos creyeron que lo tenían sus vidas perfectamente planeadas y cuando todo cambio drásticamente, ahí fue donde sus mundos colisionaron.

Curiosamente, ambos tienen algo en común y es que procesan el duelo a través de la música, y como si un hilo invisible los uniera, el destino decidido juntarlos. Cuando los mundos de Jake y Maeve coinciden, ambos deberán descubrir la forma de aprender a seguir adelante al ritmo de la música.