RANMA & AKANE: IGUALES A NOSOTROS

Prologo
Se podría decir que si, nuestra historia era escrita con la misma tinta, pero aun así no una igual, ella y su prometido idiota lidiaban con lo que Ranma y yo pasábamos, un sequito de tontas que se autoproclamaban sus prometidos, una ejercito de tontos tras de nosotras y un amor que solo era un idiota que no se daba cuenta de sus propios sentimientos y terminaba hiriéndonos.
Al parecer nuestras historias eran muy parecidas, es decir, nos conocimos aun cuando éramos niñas en aquel pequeño lugar de retiro que era el hospital donde nuestras madres se quedaban, ella tenía una hermana de apenas unos meses cuando su madre y la mía enfermaron, la de ella pareció mejorar, volviendo así a su casa a unas dos o tres horas de Nerima, estaba triste, porque mi mejor amiga durante esos meses me dejaba, siempre nos mandábamos cartas y me contaba todo acerca de su vida, nuestros padres también congeniaron, tenían tres hijas bellísimas y ningún varón, los dos compartían las artes marciales como parte de su vida y un dojo que era su orgullo.
En solo dos ocasiones durante esos años que pasaron separadas se vieron por los cumpleaños de las hermanas mayores, ellas quienes cumplían el papel de madres para las chiquillas, quien diría que el destino podía reunirlas y que sus vidas eran como dos gotas de agua.