-¡Realmente quieres que mi mente explote!- Baja rápidamente las escaleras dirigiéndose hasta la castaña- ¿Cómo carajos te atreves a venir a mi casa y de la mano de mi hermano? -¿Disculpa? Por lo que yo recuerdo esta es la casa de Tom y si estoy aquí es por una amable invitación. Volteo hacia la ventana dándole la espalda. ¿Quién se cree el señor arrogancia para hablarme de esa forma? -No puedo siquiera tenerte cerca. Todo me fastidia de ti, con verte en el gimnasio me es suficiente- Se posiciona detrás de ___. Me acerco lo más que me es posible hasta quedar frente a frente. -¿De verdad te molesta tanto el que esté en tu hogar o te vuelve loco el saber que estoy en una cita con tu hermano?- tomo su mejilla mientras me pierdo en sus penetrantes y hermosos ojos azules. Su respiración se vuelve agitada, no pronuncia ni una sola palabra. Imploro desesperadamente muy dentro de mi ser que me tome entre sus fuertes brazos como lo hace con cada chica del gimnasio que le gusta, pero en lugar de eso lanza una risa burlona y sale de la cocina dejándome sola y rota.