Siempre he sido fiel creyente que las casualidades no existen, le soy fiel al destino y creo que todo tiene una razón de ser. Pero ¿Por qué el destino lo puso en mi camino? ¿Por qué me eligió a mi entre tantos? Me asustaba sin duda todo lo que lo rodeaba, pero el amor que me inundaba era mayor. El simple hecho de verlo me hacía querer tomarlo solo para mi, que nadie más lo tuviera. Pero su fama. Oh su maldita fama. Un mujeriego nunca cambia e intentar cambiar un mujeriego te cambia a ti. O al menos eso decían.