Robert paso sus manos por mi espalda, y luego se apresuró a abrir mi cremallera, eso me sorprendió, deje que lo hiciera, claro que sí. Levante su camisa, y vi sus rosados pezones, fue inevitable no lamerlos, hice círculos con mi lengua y mordía mientras que con mi mano pellizcaba su otro pezón recorría su abdomen y su espalda eso hizo que dejara de hacer lo que estaba haciendo y me tomara por el cabello, soltando alaridos delicados de placer, esto era lo que tanto había anhelado y por fin lo tenía a mi merced. Flexiono mis rodillas para levantarlo, él rodea mi cintura con sus piernas, entramos a mi habitación y lo tiro en la cama sin dejar de abrazarlo y besarlo, me abro paso entre sus piernas, quito por completo su camisa tirandola al piso, desabrocho sus pantalones, y mi mano se introduce por debajo de la tela de su bóxer, que tienen una mancha húmeda, lo que me indica que es pre-semen, siento su pene erecto, lo rodeo con toda mi mano y lo acaricio de arriba hacia abajo.