En el inicio de los tiempos, cuando la gran explosión conocida por los humanos como el big bang había creado todo a su alrededor, al sol se le fue otorgado un poder inmenso, para cuidar de las especies a través del universo.
El sol resplandecía para todos por igual, en otras galaxias era lo mismo, todo era equitativo, pero no todos lo aceptaba.
Con el paso del tiempo, muchas civilizaciones de levantaron, la raza Humana, los Pleyedianos; los Lyrianos, los Grattanos, el pueblo de Gelmoirs y los primeros con el nombre, los Rituks.
Estas civilizaciones al principio de su existencia, convivían en paz y armonía, el Sol estaba contento por el avance que los seis pueblos tuvieron hasta que todo empeoro.
Millones de soles pasaron y una profecía fue lanzada para todo el universo, pues todos estaban en guerras constantes por el poder absoluto.
Solo el Sol sabía cuál era esta, pues a él se le fue dada. Para que dicha profecía se cumpliera, el esparciría su poder a seis cabezas pensantes de cualquier galaxia y así lo hizo.
Dividió su poder en seis componentes, y en su último brillo, antes de dejar todo nuevamente en oscuridad, envió su poder en busca de los elegidos, para que ellos protejan el destino del universo.
Sirius le contaba historias a Harry, historias sobre una puerta secreta que existía en Grimmauld Place, una puerta que solo se abría para aquellos a los que buscaban algo con desesperación. Podría ser para sanar o podría ser para destruir. Podrías encontrar un mundo distinto al tuyo, un mundo que este creado para ti en donde podías ser libre y podías obetener lo que en tu universo podía ser imposible.
Harry siempre creyó que era mentira, pues había investigado toda la casa y nunca había encontrado nada. Hasta un día en que una misteriosa puerta apareció a su lado, una puerta que no había estado.
¿Qué nuevo mundo le depara a Harry?