No era la clase de persona que recordaba con exactitud sus sueños, desde que tenía seis años, aquel majestuoso poder se había eliminado totalmente de mi ser, envidiaba realmente a quienes podían contar con lujo de detalle cada uno de sus sueños, desde los más locos hasta los más eróticos; por mi parte, todo era un negro absoluto. Había escuchado por ahí que realmente todos los días soñamos con algo, pero algunas veces tu mente simplemente lo olvidaba al despertar; había intentado todo lo que podía para poder tener un sólo sueño, pero no había fruto alguno...Hasta aquél día.All Rights Reserved
1 part