Un nombre. Mil sentimientos, y no, no hablo de los buenos.
Chad Taylor. El estúpido, engreído, egocéntrico y narcisista
capitán del equipo de futbol.
Spencer Blumer siempre había sido la más inteligente en
donde se encontrara, y estaba muy acostumbrada a que muchos se le acercaran
para pedirle tareas, trabajos y ayuda para exámenes, después de eso cuando conseguían
lo que querían la olvidaban, la dejaban de lado y hasta la humillaban; Típico,
molestar a la nerd...
Pero todo toma un vuelco diferente cuando Chad Taylor el
capitán del equipo le pide ayuda, ella que había estado muy enamorada de él
desde primer año cree en sus palabras y acepta ayudarlo, pero la vida no es
color rosa y pasa lo mismo de siempre.
Estúpida. ¿Creíste que
él cambiaría? Sólo te necesitaba. Idiota.
Con rencor en su corazón se va de la ciudad, pero razones más
fuertes la obligan a volver y enfrentar a aquel chico. Una nueva Spencer volvió,
y sólo con un propósito: que el idiota de Chad se enamore de la... ¿Nerd?.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?