La sicatrís en su frente brillaba: no podía entenderlo se sentía traicionado, engañado, umillado. Los que consideraba sus amigos más intimos eran unos traidores, le abían quitado su vida y lo abían manipulado como un titeré para sus fines. No los perdonaría, pagarían con su sangre. Tanto los personajes como la portada de la historia no son de mi creación, Yoselin los usos sin ánimo de lucro..