Odio cuando me pongo tan sentimental y nostálgica al pensar demasiado en el gran número de posibilidades que existen de que te aburras de mí. - Eso daña mi mente, y el mismo tiempo me hace sentir atontada por sentirme menos. -
No quiero despertar jamás de este sueño y tener que enfrentarme a un mundo sin tu compañía.
- Te confieso que estaba tan acostumbrada a llevar una vida lánguida, cabizbaja, desalientada y abatida. - pero fueron tantas las veces que pedí al universo una medicina para mi vida, fueron tan grandes mis súplicas para salir de lo común y tomar un rumbo distinto que al fin me sentí escuchada y no sabía que podría conseguir tanta paz junto a otra persona, no sabía que la solución a mi abrumada vida era apoyándome en alguien, esa opción estaba muy lejana, es más, ni siquiera la consideraba, pero llegaste tú.
Llegaste tarde porque si fuese llegado desde antes hubiese impedido todo el caos que ocurrió en mi vida; pero llegaste temprano y en el momento justo porque estuve a punto de tirar la toalla (O al menos así me sentía), hasta que vi como sostenías mi mano para no dejarme caer y estoy tan agradecida de que hayas aparecido. Trajiste sentido a mi vida nuevamente y solo con tu existencia has encendido mi luz desgastada.
Verte sonreír y ver tus ojos brillar es lo que alimenta mi alma...
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