Cada 300 siglos un alma pura es dada a los dioses, otorgada por el padre universo. Un alma tan impredecible y añorada como cada amo, es la paz y la guerra, llena de tanto silencio y bullicio como cualquier otra. Capaz de controlar el día y la noche. Teniéndolo todo y nada la vez, pues es la luz y la oscuridad en un solo ser.Alle Rechte vorbehalten